26 de septiembre de 1894
Durante el tiempo que me aliste en la ejercito he conocido a muchas personas, tanto buenas como malas que al principio igual que yo dudaron en alistarse en el ejercito.
Muchos fueron arrastrados por el deseo de luchar por su patria y otros fueron simplemente obligados a cumplir con su deber, ya que no podían pagar los 1.500 pesetas.
Algunos de ellos tenían miedo de combatir, ya que si morían sabrían que perderían lo mas importante que tenían en la vida que era su familia. En cambio otros sabían que simplemente debían salir a luchar y ganar.
Con el transcurso del tiempo siguieron apuntándose personas de diferentes edades, fue cuando entonces conocí a Luis que se volvería un amigo inseparable en la lucha que al igual que yo solo esperaba el fin de la guerra para poder volver con los suyos.
Pasan los días y cada vez somos mas los que estamos apuntados en esta guerra que esperamos que tenga un fin cercano.
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